A propósito de que la SEP ha decidido sacar a la Filosofía del mapa curricular de los estudiantes de nivel medio superior, recorde que, hace dos años tuve la oportunidad de ser panelista en un Foro de Filosofía, cuando aún era estudiante de Filosofía en Guadalajara, y prepare un breve ensayo en el que intuía las medidas que ya comienzan a tomarse... A ver qué les parece.
Siempre que visito a mi abuelito no deja de recordarme y recomendarme que me prepare, que estudie y logre así ser una gran persona, con sabios conocimientos, buenos hábitos, firmes valores y una actitud constructiva ante la vida… sin embargo, nunca olvida agregar: “por eso estudia una carrera que si te haga ganar dinero y te permita ser «alguien»”. Yo valoró sus sabios consejos, aunque me cuestionó: ¿la educación que la sociedad actual nos provee a los estudiantes cumple con todas estas características? ¿El hecho de prepararme para tener una buena posición económica y social me llevará a dejar de lado los valores y las actitudes que están en favor de la vida? ¿Es ésta la sociedad en la que quiero desarrollar mi proyecto personal y comunitario de vida?
Un vistazo general a la sociedad actual, permite darnos cuenta que existen Instituciones educativas que se dedican simplemente a informar a sus alumnos. Es decir, a llenarlos de conocimientos para que sean productivos y se integren lo más pronto posible al mercado laboral. Casi podría decirse que son “maquiladoras” de profesionistas o técnicos, ya que buscan “producirlos” a todos bajo los mismos lineamientos y aspiraciones: para ser cada vez más eficientes en favor del mercado y a cualquier precio, incluido el humano.
En este contexto, los estudiantes que piensan y levantan la voz son mal vistos, sólo son “alborotadores”; y si lo son desde que estudian mucho peor, ¿qué será cuando estén en alguna empresa? Seguramente la llevaran a la quiebra. Lo de hoy es producir, ganar dinero, ser “alguien”. El pensar es perder el tiempo, cuando el interés es producir.
Tal situación tendría que hacernos reflexionar: ¿basta con la información para educar a los estudiantes? Es decir, ¿dónde quedo la formación que anteriormente solía darse en las Instituciones de enseñanza? ¿O será que precisamente porque los estudiantes con posturas reflexivas, críticas y analíticas no se dejan llevar por la moda o por el mercado, los estudios humanistas están comenzando a desaparecer de las Universidades? Es necesario en este punto detenerse un momento y pensar ¿de qué sirve que los estudiantes de hoy tengan tanta y tanta información sobre cualquier tema si lo único que se hace es recibirla pasivamente y no tomar postura crítica ante los estilos de vida que esto está generando? ¿Tenemos que concluir de esto que el modelo educativo actual no enseña a tomar postura crítica y que se conforma con llanos adoctrinamientos de sus estudiantes?
Siempre que visito a mi abuelito no deja de recordarme y recomendarme que me prepare, que estudie y logre así ser una gran persona, con sabios conocimientos, buenos hábitos, firmes valores y una actitud constructiva ante la vida… sin embargo, nunca olvida agregar: “por eso estudia una carrera que si te haga ganar dinero y te permita ser «alguien»”. Yo valoró sus sabios consejos, aunque me cuestionó: ¿la educación que la sociedad actual nos provee a los estudiantes cumple con todas estas características? ¿El hecho de prepararme para tener una buena posición económica y social me llevará a dejar de lado los valores y las actitudes que están en favor de la vida? ¿Es ésta la sociedad en la que quiero desarrollar mi proyecto personal y comunitario de vida?
Un vistazo general a la sociedad actual, permite darnos cuenta que existen Instituciones educativas que se dedican simplemente a informar a sus alumnos. Es decir, a llenarlos de conocimientos para que sean productivos y se integren lo más pronto posible al mercado laboral. Casi podría decirse que son “maquiladoras” de profesionistas o técnicos, ya que buscan “producirlos” a todos bajo los mismos lineamientos y aspiraciones: para ser cada vez más eficientes en favor del mercado y a cualquier precio, incluido el humano.

Tal situación tendría que hacernos reflexionar: ¿basta con la información para educar a los estudiantes? Es decir, ¿dónde quedo la formación que anteriormente solía darse en las Instituciones de enseñanza? ¿O será que precisamente porque los estudiantes con posturas reflexivas, críticas y analíticas no se dejan llevar por la moda o por el mercado, los estudios humanistas están comenzando a desaparecer de las Universidades? Es necesario en este punto detenerse un momento y pensar ¿de qué sirve que los estudiantes de hoy tengan tanta y tanta información sobre cualquier tema si lo único que se hace es recibirla pasivamente y no tomar postura crítica ante los estilos de vida que esto está generando? ¿Tenemos que concluir de esto que el modelo educativo actual no enseña a tomar postura crítica y que se conforma con llanos adoctrinamientos de sus estudiantes?

De frente a esta realidad hay que reconocer que la educación y los medios de comunicación masiva ofrecen información fuertemente manipulada, a veces descaradamente convertida en “ideologización”. Por supuesto que no lo reconocerán ni mucho menos, al contrario podrán llamarle de diversas maneras como por ejemplo “conocimiento común de grupo”, “tendencias”, “actitudes liberales”. Sin embargo, no dejan de constituir una enajenación de la persona, un encasillamiento de los individuos, un empobrecimiento de lo humano.

Quizás habrá más de un estudiante que diga que este tipo de preguntas no le interesan y que mientras a él o a ella no le afecte en su persona no tiene porque preocuparse. A estos estudiantes sólo puedo pedir que estén atentos. Puesto que no saben hasta cuando les podrá durar el gusto, ya que en una sociedad tan inestable como la nuestra, es requisito esperar lo inesperado. Tal vez el día de mañana las actividades a las que se dedican lleguen a su caducidad, como hoy parecen hacerlo las humanidades, el arte y la religión.

Erick Fernando